Según advierten los economistas de cara a la cumbre del G7 que comienza este fin de semana en Baviera, los riesgos de que EEUU y Europa entren en recesión han aumentado considerablemente.
En declaraciones a Financial Times, economistas de ambos lados del Atlántico se han mostrado vez más pesimistas tras la decisión de la Reserva Federal de aumentar los tipos de interés para combatir la creciente inflación, y por la creciente preocupación por el suministro de gas en Europa de cara al invierno.
Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg Bank, asegura que la balanza se ha inclinado a favor de una contracción económica el próximo año en EEUU y Europa.
Goldman Sachs, por su parte, ha multiplicado por dos el riesgo de que EEUU entre en recesión este año del 15% al 30%, con una probabilidad del 48% de recesión en un horizonte de dos años, tras la primera subida de 75 puntos básicos de la Fed desde 1994.
"Los riesgos de recesión en EEUU son muy altos y van en aumento. Yo los situaría en el 40% en los próximos 12 meses, y más o menos en las mismas probabilidades en los próximos dos años", ha advertido Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics. En su opinión, Europa es todavía más vulnerable.
"Para evitar la recesión, la economía mundial necesita que las repercusiones económicas de la pandemia y la invasión de Rusia retrocedan rápidamente. A estas condiciones más favorables habría que sumar una hábil formulación de políticas por parte de la Reserva Federal y otros bancos centrales", añadió Zandi.
Los líderes del G7 debatirán la situación de la economía mundial en su almuerzo de trabajo del domingo, en el que la inflación será el tema principal. El Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenskyy, participará por videoconferencia en las conversaciones del lunes, que se centrarán en la crisis provocada por la guerra de Rusia.
Las perspectivas económicas mundiales han ido empeorando desde que la invasión rusa de Ucrania en febrero disparara los precios de la energía y los alimentos. A lo largo del mes de junio, los bancos centrales, desde Washington hasta Zúrich, subieron los tipos de interés por encima de lo que esperaban los mercados, indicando que harían lo que fuera necesario para frenar el aumento de la inflación, incluso si eso significaba desencadenar una recesión.
El suministro de gas a Europa se ha vuelto más incierto tras la decisión de Rusia de cortar los flujos a muchos países. Los problemas de la cadena de suministro derivados de la política china de cero Covid siguen afectando a las perspectivas de crecimiento.
La subida de la Fed llevó a los economistas del sector privado a rebajar sus previsiones de Estados Unidos para 2023 por el mayor margen en lo que va de año, con rebajas incluso mayores que las realizadas al inicio de la guerra de Ucrania, según Consensus Economics, que hace un seguimiento de las previsiones de crecimiento e inflación.
Peter Hooper, economista de Deutsche Bank y ex funcionario de la Reserva Federal que en abril se convirtió en uno de los primeros en Wall Street en pronosticar una recesión, advirtió que el panorama de la inflación a corto plazo "no parece bueno", lo que significa que el banco central podría tener que subir los tipos de forma aún más agresiva de lo que se espera actualmente. Desde entonces, el banco ha adelantado su previsión de contracción a mediados del próximo año. "Será muy difícil ajustar esto hasta el punto de reducir la inflación con sólo medio punto porcentual de aumento del desempleo en los próximos dos años", sostiene.
Los economistas también recortaron drásticamente sus perspectivas para 2023 en la eurozona, Reino Unido y ocho de cada diez países y regiones analizados por Consensus Economics.
Neil Shearing, economista jefe de Capital Economics, opina que el riesgo de recesión es mayor en Europa, donde la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación se une a la posible escasez de gas. Al igual que en Estados Unidos, Reino Unido y la eurozona también se enfrentan a una inflación en máximos de varias décadas.
La Agencia Internacional de la Energía advirtió esta semana que Europa debe prepararse de inmediato para la interrupción total de las exportaciones de gas ruso este invierno.
Martin Wolburg, economista senior de la aseguradora Generali, cree que "si Rusia cortara totalmente el suministro de gas a la UE, habría una recesión en la zona euro y la economía alemana se vería especialmente afectada".
En Reino Unido, se espera que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés a pesar de que espera que la economía se estanque en los próximos dos años. Las previsiones oficiales del sector realizadas por los bancos centrales y organismos multilaterales como la OCDE y el FMI siguen mostrando que las grandes economías avanzadas del mundo crecerán este año y el próximo.
Sin embargo, el presidente de la Fed, Jay Powell, reconoció esta semana en las audiencias del Congreso que una recesión en EEUU era "sin duda una posibilidad", al tiempo que prometió que el compromiso del banco central de restaurar la estabilidad de precios es "incondicional".